Ese experimentó funcionó. Y ese software empezó a crecer y a evolucionar hasta convertirse en el reproductor multimedia más popular. Puede que hoy existan alternativas mejores, algunas de ellas de pago. Pero si hablamos de reproductor multimedia gratuito y de código abierto, pocos pueden hacerle sombra a lo que conocemos como VLC Media Player.
En la actualidad, detrás de este reproductor multimedia gratuito y multiplataforma, hay una organización sin ánimo de lucro, la Organización VideoLAN o VideoLAN, a secas. Su proyecto estrella es VLC Media Player, pero también trabajan en otras aplicaciones como DVBlast o VLMC. Eso y una serie de librerías para que desarrolladores de todo el mundo puedan crear sus propias aplicaciones relacionadas con vídeo o audio.
Lo que está claro es que VLC Media Player forma parte de la historia del software y ha sido uno de los mejores ejemplos de que el trabajo en equipo desinteresado de la comunidad libre puede crear grandes herramientas para todo el mundo. Pero veamos cómo empezó todo.
Primera parada, la Escuela Central de París
Decía al iniciar este artículo que VideoLAN cumplía 20 años en febrero de 2021. Sin embargo, el origen de lo que conocemos como VLC o VLC Media Player es algo más longevo. Debemos remontarnos a 1996, hace 25 años. Y en concreto, debemos viajar a París, Francia, a la École Centrale Paris, una de las escuelas de ingenieros más prestigiosas de Francia.
En origen, el reproductor multimedia que todos conocemos se llamó VideoLAN Client, cliente de video LAN. Como su nombre indica, se trataba de un software que debía permitir enviar y recibir vídeo a través de una red local. Al menos esa era su función original. A lo largo de los años se convertiría en un reproductor multimedia para reproducir vídeo y audio local, en red local o a través de internet. Y su nombre VideoLAN Client se contraería en las siglas VLC.

Lo que en origen fue un proyecto académico nacido en 1996, sería reescrito desde cero dos años después, en 1998. Y para que no cayera en el olvido, en 2001 se distribuyó bajo licencia GNU, la misma que emplean aplicaciones y software de todo el mundo y que permite su distribución, reescritura y reelaboración gratuitas. Y es que, según cuenta la página oficial del proyecto, la red del campus de la Escuela Central de París estaba gestionada por los propios estudiantes.
Una red lenta y muy mejorable en un lejano 1996 en el que, según dice la página de VideoLAN, “un Pentium no podía decodificar un DVD y YouTube y Google no existían”. Pero esa red recibió algunas mejoras y, entre ellas, la posibilidad de emitir y recibir vídeo a través de la propia red local. Gracias a un software elaborado por algunos estudiantes organizados en lo que se conoce como Via Centrale Réseaux.
De París al mundo gracias al código abierto
Pues bien. Aunque VideoLAN nace en 1996 y es reescrito en 1998, el proyecto que hoy conocemos celebra su aniversario partiendo del primero de febrero de 2001. El motivo es que en esa fecha, VideoLAN deja de ser un software interno de la Escuela Central de París y pasa a ser de dominio público gracias a que su licencia será GPL.
El responsable directo de hacer esto posible fue Daniel Gourisse, entonces director de la Escuela Central de París y que dio el visto bueno con una carta que se puede consultar en la página oficial del proyecto VideoLAN. Básicamente la carta viene a decir que los responsables iniciales del proyecto dan su consentimiento para que VideoLAN se difunda bajo licencia GNU y, “considerando el interés para la comunidad científica que representa esta difusión”, él mismo da el permiso correspondiente.