Camerún es un país de más de 26 millones de habitantes que cuenta con apenas 50 cardiólogos. En un continente, el africano, en el que el 22% de las muertes anuales están provocadas por problemas de corazón, el acceso a la atención médica se dificulta aún más por las distancias a los centros hospitalarios. La mayoría de estos especialistas en Camerún se concentran en sus dos grandes ciudades, Douala y Yaundé, a dónde tienen que viajar los pacientes para poder ser examinados. En muchas ocasiones, no pueden realizar esos trayectos o, cuando los hacen, ya es demasiado tarde.
El ingeniero informático Arthur Zang fue consciente de este problema cuando un cardiólogo le lanzó un reto: crear un dispositivo portátil, fiable y fácil de manejar, para realizar exámenes de corazón en las zonas rurales del país, sin necesidad de que el paciente o un especialista tuvieran que recorrer cientos de kilómetros. “El primer problema es que en África no existía ningún especialista en esta tecnología”, explica Zang. “Tuve que aprender yo mismo en casa, utilizando programas educativos gratuitos de Internet”, prosigue. Él y su equipo diseñaron tanto el software como el hardware de este revolucionario dispositivo.
El siguiente obstáculo al que se enfrentó fue el de la financiación. “Tuve que pedirle a mi madre que solicitase un crédito al banco”, recuerda el ingeniero camerunés. Una vez que fueron cayendo las barreras, Zang pudo crear un prototipo, al que llamó Cardio Pad. Del tamaño de una tableta digital convencional, y conectado a unos electrodos, permite a personal sanitario no especializado en cardiología realizar distintas pruebas, entre ellas electrocardiogramas, y enviarlas inmediatamente a través de Internet para que un cardiólogo las revise. Con una autonomía de siete horas, permite también realizar pruebas en aquellos lugares que nos disponen de red eléctrica.
En 2016, el Cardio Pad se puso a la venta finalmente y, actualmente, se utilizan 200 unidades en 200 hospitales de Camerún y las Islas Comores. Este proyecto le valió a Zang ser uno de los laureados en los Premios Rolex a la Iniciativa 2014, un reconocimiento con el que la firma suiza destaca y apoya aquellas iniciativas que mejoran la vida de personas en todo el mundo. “El problema de escasez de especialistas es general, por lo que creo que este dispositivo tiene potencial para ser utilizado en todo el mundo”, asegura Zang, que aspira a que su Cardio Pad se utilice, de momento, en más de 100 hospitales en todo Camerún. / Vía: elpaís.com-