(Intra News) / En septiembre pasado, El Salvador hizo historia, luego de que se autorizara el uso del bitcoin como moneda de curso legal en el país, en un caso inédito hasta ahora en el mundo. En el comienzo, reinó el escepticismo, y algunas críticas opositoras. Luego fue viéndose un alza en su utilización, aunque todavía no logra imponerse de manera mayoritaria.
En este primer mes, solo una fracción de los negocios de la nación ha aceptado un pago en bitcoin y los problemas técnicos han abundado en la aplicación de criptodivisas del Gobierno, frustrando incluso a los usuarios comprometidos con la tecnología. Su alta volatilidad es uno de los factores que impiden la masificación de esta criptomoneda.
Los testimonios reportados por la agencia Reuters registraron varias de las circunstancias que llevan a los salvadoreños a dudar respecto al bitcoin. Algunos, por caso, confesaron que descargaron la aplicación sólo para acceder a un bono gubernamental de 30 dólares. Otros reportaron la desaparición de sus fondos en uno de los cajeros automáticos dispuestos para hacer transacciones con esta novedosa criptomoneda.
De acuerdo a una encuesta de septiembre de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), su uso aún es marginal. El sondeo, efectuado entre 233 empresas de diversos rubros, indicó que apenas un 12% de los consumidores en El Salvador lo usaron en sus compras y el 93% de los empresarios no vendieron en bitcoines.
Desde su implementación, el bitcoin presenta una cotización con vaivenes, lo que refuerza la desconfianza. El precio de la criptomoneda pasó de 52.656 dólares el 6 de septiembre a 40.683 dos semanas más tarde, cuando el presidente Nayib Bukele anunció que El Salvador había adquirido “a precio de descuento” 150 bitcoines para acumular un total de 700 monedas. El miércoles 6 de octubre, por caso, cerró en 54.365 dólares.
