La información sobre las vacunas que se están desarrollando para contener la pandemia llevan meses entre los principales objetivos del cibercrimen. En muchos casos, patrocinados, aparentemente, por naciones estado antagonistas. El Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) de Corea del Sur ha alertado hoy de que las autoridades norcoreanas habrían intentado llevar a cabo un ciberataque contra la empresa farmacéutica estadounidense Pfizer. Su finalidad era obtener datos sobre el desarrollo de una vacuna contra la Covid-19 y un posible tratamiento, de acuerdo con lo que han señalado varios diputados.
Según informa la agencia de noticias Yonhap, y recoge Europa Press, el líder del régimen comunista, Kim Jong Un, ha insistido en que Corea del Norte, que se encuentra aislada desde que cerró sus fronteras en enero para evitar una expansión del virus, no ha registrado casos de Covid-19 en su territorio. Sin embargo, el cierre de las fronteras ha aumentado la presión sobre su ya debilitada economía, que tiene que hacer frente a numerosas sanciones a nivel internacional. Por su parte, el diputado surcoreano Ha Tae Keung ha explicado así que Pyongyang habría tratado de «obtener tecnología relacionada con el tratamiento y la vacuna contra la COVID-19 haciendo uso de herramientas propias de la guerra cibernética para hackear Pfizer».
Sea como fuere, esta no es la primera vez que se culpa a una nación estado de tratar de robar información sobre posibles remedios contra el virus o dificultar su desarrollo. El pasado mes de diciembre el grupo Security X-Force de la tecnológica IBM notificó una campaña de ataques de ‘phishing’ contra organizaciones europeas asociadas a la cadena de frío de la Covid-19: un componente de la cadena de suministro de vacunas enfocado a garantizar su conservación en entornos de temperatura controlada durante su almacenamiento y transporte. Desde la empresa se apuntó que este caso tenía «los sellos potenciales de una acción auspiciada por algún Estado».
«Los objetivos de estos ataques no suelen estar muy claros. Cuando el ataque está llevado a cabo por un grupo de cibercriminales lo más corriente es que busquen dinero. Sin embargo, cuando hay estados por detrás es más complicado entender las motivaciones. Aunque lo primero que se nos viene a la cabeza, especialmente ahora cuando varios laboratorios están intentando desarrollar vacunas, es el espionaje», explicaba recientemente a este diario Igor Unanue, jefe de tecnología de la empresa de ciberseguridad S21Sec. A su vez, el experto señalaba que resulta muy difícil demostrar el patrocinio de los países detrás de estos ataques. / Vía: bbc.es-