Comentarios con enlaces a sitios web de pornografía y otras páginas de dudoso contenido donde se promete “viajes fantásticos” a través de Internet, eso ha identificado entre otros mensajes engañosos el equipo técnico de EL LIBERTADOR en las notas destacadas sobre figuras afines al gobernante Juan Hernández y al Partido Nacional divulgadas en la página oficial de este rotativo.
EL LIBERTADOR diario digital, ha estado en constante asedio por los grupos de poder inquietos con la información que los expone ante una sociedad embravecida y ahora bien informada; desde que se fundó la primera página web de este rotativo ha sido destruida al menos 15 veces, con fuerte costo económico y daño a los hondureños cuando han suspendido nuestra cuenta.
En Honduras, la libertad de expresión y el libre ejercicio periodístico importan como tema de discusión sólo cuando se atenta contra el edificio de un medio de comunicación o se mata un periodista. Nunca la autoridad, que lleva más de diez años en el poder político, se interesó por dar espacio al periodismo nacional como garante de los derechos ciudadanos, aflora el autoritarismo.
De 2003 a la fecha, casi 90 periodistas fueron asesinados, el 98 por ciento de los casos registrado desde 2009, más precisamente después del golpe de Estado el 28 de junio.
El 95 por ciento de las ejecuciones siguen impunes y cada día se vulnera más la libre expresión y el riesgo de atentados o muerte es un hecho latente, sobre todo, contra comunicadores que hacen Periodismo, es decir, que se sitúan en la defensa de los intereses del pueblo hondureño y no admiten alinearse al régimen político.
Y EL LIBERTADOR, como estandarte de la prensa alternativa hondureña que ya cumple 18 años el próximo 20 de mayo, no ha estado exento de diversos ataques, evidentes y sutiles, directos e indirectos. Desde la extorsión a empresarios para que no pauten con los periódicos impreso y digital, saqueo de oficinas, ataques a plataformas digitales, amenazas de cárcel y juicios y atentados contra la vida.
El 24 de agosto de 2017 (día del aniversario de la Policía Militar) sicarios abrieron fuego contra la humanidad del Director Fundador de EL LIBERTADOR, Jhonny José Lagos Henríquez, ileso por intervención divina quizá, y casi con la misma “suerte” su esposa, Lurbin Cerrato –también periodista y ejecutiva del periódico– quien a pesar de recibir un impacto de bala en el pecho, el cristal del automóvil evitó que fuera un “golpe seco” que le costara la vida.
El asedio es constante, en junio pasado equipos de inteligencia informaron al Director Lagos que existe un plan de “fuerzas oscuras” para asesinarlo. Y hay más, pues el equipo técnico de EL LIBERTADOR ha identificado que el diario digital se ha infestado de comentarios con enlaces a sitios web de pornografía y zonas extrañas de internet.
Y, aunque no se puede señalar directamente a un responsable de esta campaña, llama la atención que la “infección” está presente en artículos donde los protagonistas son personajes vinculados directa o indirectamente con el gobernante Partido Nacional y el jefe de Estado, Juan Hernández.
Por ejemplo, este miércoles 20 de enero, hemos identificado estos comentarios en un artículo referente al silencio de la ONU ante la brutal represión de la caravana de unos 9,000 hondureños el pasado sábado, donde según se informó extraoficialmente, murieron dos exiliados, uno de ellos era una menor de edad que se asfixió.
Yendo más atrás, en un artículo enviado en 2015, donde se hace mención que el congresista del Partido Nacional, Mario Pérez, conocido como “diputado lora”, tiene nexos con el narcotráfico, según la denuncia de Radio Globo con información del Ministerio Público, lo que sorprende a este rotativo es que se han dejado más de 1,300 comentarios invitando a navegar por “sitios fantásticos” de Internet.
Con menos afluencia, pero con la misma intención de estos “bots políticos”, también se ha infestado un artículo sobre Marco Bográn enviado en octubre de 2020 cuando un grupo de ciudadanos le hizo pasar vergüenza estrellando huevos en la cabeza del responsable de la estafa de los hospitales móviles.
También se observó “infección” inmediata en un artículo donde se destaca que la reina Letizia de España rompió el protocolo que manda a que la máxima autoridad de un país debe dar la bienvenida a un monarca, dejando en total ridículo a Juan Hernández, quien al momento de aterrizar la comitiva española, hablaba con ganaderos en otra región del país.
La página web de EL LIBERTADOR, desde su creación en 2009, ha sido atacada al menos unas 15 veces, al menos cuatro veces quedó inservible y tuvo que ser reconstruida desde cero, lo que conlleva un alto costo financiero para la administración del periódico y un perjuicio contra el derecho a bien informarse
de la sociedad hondureña, pues, la historia no queda ahí, desde inicios de la pandemia la internacional red social, Facebook, bloqueó funciones a la página del periódico.
A pesar de hacer contacto con representantes de la “icónica” empresa social, enviándole cartas explicativas sobre los ataques constantes desde cuentas falsas, hasta este momento no han resuelto el problema, limitando la presencia de EL LIBERTADOR en este espacio global, siendo posible seguir “activos” sólo por la vinculación que se ha hecho con Instagram y otras redes.
Desde agosto 2020 cuando se denunció ante el mundo, Facebook no se ha comunicado con el equipo de este rotativo para informar que se ha corregido el problema, como en su momento lo hizo Twitter cuando “por error” marcó como ilegal nuestra cuenta, a causa de la infección de bots que denunciaron noticias y comenzaron a seguir el perfil, dando a entender que nuestra cuenta era “automatizada”.
El LIBERTADOR Diario Digital, durante la pandemia, se ha convertido en una importante herramienta de consulta para lectores del ámbito nacional e internacional y una de las principales fuentes informativas para los hondureños (sólo en dos meses durante el confinamiento accedieron dos millones de personas a los contenidos de este periódico).
Durante el encierro, el año pasado, por la imposibilidad de llevar a manos de nuestros lectores el periódico mensual impreso, también se mandado en aplicación digital que, sin duda, hizo posible que EL LIBERTADOR se haya convertido en el portal para que las investigaciones lleguen al pueblo hondureño.
La página peligra y eso nos obliga a la construcción de un nuevo portal con mayor estructura de seguridad, mientras, también corren riesgo los cibernautas si por error dan “click” a enlaces que infestan nuestro sitio web. Que conste, queda aquí esta denuncia, una más, y la constancia que nuestra misión social está en trabajar por el desarrollo y dignidad del pueblo hondureño. “Seguiremos marcando huellas”. /Vía: El Libertador-