El 8 de octubre de 2020 la compañía Waymo, propiedad de Alphabet (la matriz de Google), se convirtió en la primera empresa que ofrecía un servicio comercial de taxis autónomos. La compañía hacía realidad en Phoenix, Arizona, la implementación comercial de una tecnología que ha dejado de ser el sueño de los futuristas y convertirse en un avance muy real que promete reducir los accidentes en carretera, las emisiones y hacer de las ciudades espacios más sostenibles. ¿Una tendencia imparable? La incorporación a este sector de Microsoft, en el que ya desarrollan sus proyectos Apple, Amazon, Alphabet y Tesla, así parece indicarlo.
El coche autónomo ha vuelto a ser noticia esta semana por el anuncio de un acuerdo entre Cruise, General Motors (dueña de Cruise) y Microsoft que significa el desembarco del gigante tecnológico de Redmond en un sector que promete revolucionar la movilidad durante las próximas décadas. El acuerdo implica el uso de la plataforma de computación en la nube Azure en las soluciones tecnológicas de Cruise, y llega acompañado de una inversión de 2.000 millones de dólares por parte de General Motors, Honda y algunos inversores institucionales en la innovadora empresa, con lo que su capital asciende ya 30.000 millones de dólares.
Chevy Blot, la apuesta de Cruise, General Motors y Microsoft
Cruise es una compañía de San Francisco que lleva siete años desarrollando un sistema de conducción automático basado en algoritmos de control de conducción e inteligencia artificial. En 2016 fue adquirida por General Motors y desde entonces ha crecido en plantilla y recursos para desarrollar su ambiciosa visión: «crear un mundo más seguro, libre y accesible» gracias a automóviles eléctricos y autónomos que mejoraran la movilidad y el ecosistema. La compañía también incentiva la propiedad compartida de vehículos.
Actualmente Cruise está centrada en el desarrollo de software para el vehículo eléctrico de General Motors Chevy Bolt, con el objetivo de hacerlo plenamente autónomo. También trabaja en el desarrollo de Origen, un vehículo de General Motors diseñado ya desde el principio como autónomo, sin el cuatro de mandos habitual para «humanos». Desde el pasado diciembre, Cruise prueba sus Chevy Bolt autónomos por las calles de San Francisco sin la presencia de un conductor «humano» de seguridad.
Waymo: los primeros coches autónomos con aplicación comercial
Seguramente, la primera vez que muchos oímos hablar de un proyecto serio de desarrollo del coche autónomo fue cuando se presentó la iniciativa de Google en este campo. El por aquel entonces conocido como «Google self-driving car project» ha evolucionado: ahora se articula en una compañía propiedad de Alphabet y conocida como Waymo.
El origen de este proyecto es curioso: nace de la tecnología necesaria para la creación del famoso servicio de Street View de Google. Uno de los responsables del proyecto, Anthony Levandowski, adaptó a un Toyota Prius un sistema de conducción autónoma que aprovechaba la tecnología de Street View y bautizó al vehículo como Pribot, con el objetivo de presentarlo en un documental de Discovery Channel. Durante el rodaje del mismo, el Pribot se convirtió en el primer coche en circular automáticamente por la vía pública: fue en 2008, por las calles de San Francisco y con escolta policial para evitar imprevistos.
Después de este éxito de su ingeniero, Google compró la nueva tecnología del Pribot y empezó el desarrollo de su programa de coche autónomo, incluidas pruebas en secreto por carretera, como reveló en 2010 The New York Times. En 2014 la compañía presentó Firefly, su prototipo de coche autónomo sin volante ni pedales, y en 2015, este realizó el primer viaje sin conductor por la vía pública. En 2016, el proyecto se independizó en forma de empresa: Waymo, subsidiaria de Alphabet.
Y, a finales del año pasado, Waymo se convirtió en la primera compañía en ofrece un servicio comercial de coches autónomos: su servicio de taxis Waymo One opera en el área metropolitana de Phoenix con su tecnología adaptada en modelos Chrysler Pacifica (por otro lado, la historia de Google con Anthony Levandowski es digna de ser narrada en otro artículo, e incluso en una novela. Baste decir que Levandoswski acabó en la cárcel por robo de secretos industriales y fue indultado por Donald Trump).
Apple y su Proyecto Titán
Entre las «big five» de la tecnología, seguramente ninguna genera tanta expectación como Apple cuando anuncia un nuevo proyecto. Con razón o sin ella, la compañía de Cupertino ha conseguido mantener un aura de éxito en cada lanzamiento que podría seguir acompañándola en su coche autónomo.
De momento se tarta de filtraciones pero, como comentábamos en esta noticia, Reuters afirmó el pasado diciembre que Apple tiene planes para lanzar su coche autónomo en apenas unos años, siendo 2024 la fecha prevista si no hay retrasos (rumores más recientes publicados por el medio taiwanés Economic Daily aseguran que podría presentarse este mismo año, pero su fiabilidad es dudosa).
El proyecto de desarrollo de coche autónomo de Apple se conoce como Proyecto Titán y no han trascendido muchos detalles sobre el mismo. Se desconoce si la compañía se dispone a desarrollar un modelo propio de automóvil (para lo cual suponemos que tendría que asociarse con un fabricante consolidado del sector) o más bien está desarrollando tecnología adaptable, pero los rumores dicen que su objetivo sería lanzar un producto de consumo masivo dirigido al conductor civil y que vendría acompañado por el desarrollo de unas baterías más baratas y más duraderas que las existentes actualmente.
Amazon Zoox, un diseño increíble que está a punto de llegar
A diferencia de la rumorología que aún rodea el proyecto de Apple, a finales del año pasado Amazon presentó su proyecto de una forma mucho más concreta: su coche autónomo se llama Zoox. La cosa tiene truco, porque en realidad la empresa de Bezos ha comprado a la compañía Zoox y puesto todo el músculo financiero necesario a su disposición con el objetivo de concretar su proyecto como una realidad comercial en poco tiempo.
Zoox será un taxi para desplazarnos por la ciudad que no solo carece de volante o pedales, sino que ni siquiera tiene parte trasera o delantera. Su diseño está pensado para hacer placentera la experiencia del viaje, con la cabina diseñada para que «disfrutemos» del viaje: espaciosa y con grandes ventanillas en los laterales y el capó. Cada una de las cuatro plazas tendrá su propia pantalla táctil y su cargador para móviles.
Además de su muy atractiva estética, Zoox tiene una autonomía eléctrica de 16 horas ininterrumpidas y puede alcanzar velocidades de hasta 120 kilómetros por hora. Zoox se testea en calles de Estados Unidos desde septiembre del año pasado y es un proyecto muy avanzado que podría tardar solo unos meses en tener su versión comercial rodando por las calles americanas.
Tesla, adaptando su modelos actuales
Por supuesto, en esta apuesta por el coche autónomo no puede faltar Tesla. La compañía de Elon Musk está asociada en la mente de todos a los automóviles eléctricos, y su apuesta consiste en convertir a todos sus modelos actuales en autónomos mediante actualizaciones de software.
La clave está en el sistema de piloto automático integrado. Los Tesla actuales vienen de serie con ocho cámaras que garantizan una visión de 360º, doce sensores ultrasónicos que complementan la percepción del vehículo y un radar diseñado para detectar el entorno en cualquier condición climatológica.
Este hardware es el se utiliza para las opciones de piloto automático que ya permiten los Tesla, y será todo lo necesario para la conducción totalmente automática «en la mayoría de situaciones», según la compañía. El servicio se irá desarrollando con actualizaciones de software que se implementarán a medida que los marcos legislativos se vayan adaptando a la conducción autónoma.
La necesaria adaptación legislativa… y tecnológica
El desarrollo del coche autónomo parece imparable, pero aún nos toca contener un poco la euforia. Para empezar, en el caso de la Unión Europea aún hay que desarrollar todo el marco legislativo que permita que estos coches circulen, lo que sin duda llevará aparejado la solicitud de todo tipo de pruebas en relación con su seguridad.
En este aspecto, es Tesla la que más está presionando a los reguladores, ya que algunas de las funciones de su sistema de piloto automático no son operativas por chocar con la legislación vigente (por ejemplo, no está permitido usar Smart Summon, un sistema pensado para que el coche salga y entre automáticamente del garaje y que ha recibido críticas por parte de algunos usuarios de Estados Unidos por su imprecisión. Tesla ha recalcado que no debe utilizarse para otras maniobras más allá de su función de estacionamiento y salida del garaje).
El Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte trabaja en el diseño de la legislación necesaria y va a pedir testeos de seguridad a probadores independientes antes de permitir que estas funciones o la llegada del coche completamente autónomo sean una realidad en las carreteras del continente. Pero, aún así, parece que el tiempo en el que veremos coches conducidos por I.A. en nuestras carreteras está bastante cercano. Y, tendiendo en cuenta que todos los modelos que irán llegando serán vehículos eléctricos, parece que el coche del futuro se conducirá solo y será más sostenible desde el punto de vista energético. / Vía: diariodigitalis.com-