(Xataka) / Parece sacado de un episodio de Black Mirror, pero lo cierto es que chatear con tu yo del pasado para contarle tus cosas o pedir consejo no está tan lejos de convertirse en una potencial realidad.
Lo demuestra todo el mundo de los deepfakes que permiten crear convincentes recreaciones de cualquier persona (cómo es, cómo habla), y su combinación con sistemas como GPT-3, que parecen plantear una solución para simular conversaciones que podríamos tener en la vida real. Hay quien ya se plantea ese futuro y lo lleva a otros casos posibles.
Mi mejor amigo es mi yo de cuando tenía 25 años
La escena recuerda a la de Joi, el personaje de Blade Runner 2049, que en un momento dado parece tomar forma real para experimentar por primera vez la lluvia. Es una recreación por ordenador, claro, la propia relación del protagonista (K, Ryan Gosling) con Joi (Ana de Armas) y su conversación no está tan lejos de lo que se puede conseguir hoy en día.
Ese concepto explorado en el mundo del cine es también tema central de reflexiones como la de Balaji S. Srinivasan, un inversor y emprendedor que fue también CTO de CoinBase y socio de la consultora Andreessen Horowitz.
Srinivasan compartía en un pequeño hilo en Twitter un vídeo de TikTok en el que una mujer aparecía hablando consigo misma y preguntándole si había tomado esta u otra decisión, contándole a su yo del pasado cómo le había ido tras seguir esos caminos.
Para este emprendedor ese vídeo era una buena forma de entender lo que nos puede esperar en el futuro a corto plazo. La implementación de un “coach personal” sería relativamente sencillo cogiendo fotos, audio y vídeos de esa persona, integrando GPT-3 para una conversación fluida e incluso añadiendo guiones para distintos escenarios.
Es probable que la “calidad” de la conversación o la recreación fuera discutible, pero pulir dichas experiencias también parece totalmente factible.
Eso permitiría que en todo momento tuviéramos acceso a ese yo nuestro del pasado, pero la idea podría ser extensible a todo tipo de personas. Podríamos crearnos un amigo invisible (pero que en realidad fuera visible) con alguna persona que admiremos o a la que sigamos.
Eso daba pie a ideas como la de que celebridades e influencers crearan precisamente sus avatares y los ofreciesen al mundo para que hablaras con ellos como si lo hicieras (un poco) con los de verdad.
Por supuesto hay aquí todo tipo de ramificaciones realmente delicadas. Microsoft ya exploró la idea de crear un chatbot que te permitiera “hablar” con personas muertas, aunque aclararon poco después que no había planes para desarrollar ese proyecto.
La esencia sería idéntica, y nos preguntamos si el que otros estén valorando esa opción no acabará haciendo que alguna empresa ofrezca un servicio de este tipo. Uy, espera, que alguien ya lo intentó en 2015. Inquietante, pero no por ello menos plausible.