El heredero de Samsung, Lee Jae-yong, fue condenado este lunes en Seúl a dos años y medio de prisión en un escándalo de corrupción, informa la agencia Yonhap, una decisión que priva al gigante surcoreano de su principal dirigente.
Oficialmente vicepresidente de Samsung Electronics, el mayor fabricante mundial de teléfonos inteligentes y chips de memoria, pero de hecho jefe del conglomerado, Lee fue declarado culpable de corrupción y malversación de fondos e inmediatamente detenido, según Yonhap.
Samsung es, con diferencia, el mayor de los “chaebols” del país, es decir los conglomerados industriales controlados por familias que dominan la 12 economía mundial. Su volumen de negocios total representa una quinta parte del PIB surcoreano, motivo por el que es crucial para la salud económica del país.
En 2017, Lee fue condenado a cinco años de prisión por corrupción, malversación de fondos y otros delitos relacionados con el escándalo de corrupción que provocó la destitución de la presidenta surcoreana Park Geun-hye (2013-2017), y su posterior encarcelación.
En la apelación, la mayoría de los cargos por corrupción fueron desestimados y Lee recibió una pena de cárcel en suspenso. Pero la Corte Suprema ordenó un nuevo juicio.