La covid-19 priva a los pacientes en terapia intensiva de un remedio clave para la recuperación: la visita de los afectos.
No hay manos tibias ni voces queridas que hablan al oído. La única compañía familiar, al menos en Italia, es una breve videollamada diaria de máximo cinco minutos.
Pero en la terapia intensiva del hospital de Legnano, un municipio a una hora de Milán, hay un paciente que está un poco menos solo.
Se llama Enzo Favaloro y cada dos días recibe un archivo de audio en el cual sus voces más queridas lo motivan a hacer la fisioterapia, le pasan el parte médico, bromean y le hacen sonar sus canciones preferidas.
El archivo, que llega al hospital a través de WhatsApp y a Enzo a través de una tableta, contiene un episodio de 20 minutos con, presumiblemente, el único programa de radio dedicado a un solo oyente. / Vía: bbc.com-