En este sentido, el equipo de ambas universidades indicaron que la manera de operar fue con base en las señales de los animales y las plantas que han evolucionado para navegar en espacios por debajo de la tierra. Así fue que pudieron diseñar un robot blando que cuenta con gran rapidez y control que puede excavar en la arena. Además, se ha detallado que sus movimientos no serían “invasivos”.
“Los mayores desafíos para moverse por el suelo son simplemente las fuerzas involucradas”, reveló el estudiante de posgrado investigador en el laboratorio del profesor de ingeniería mecánica de UC Santa Bárbara, Nicholas Nacleri. Asimismo, explicó que no es la misma resistencia que se tiene (en materia de movimiento) en el agua o el aire a diferencia del subterráneo.

“Si estás tratando de moverte por el suelo, tienes que empujar el suelo, la arena u otro medio fuera del camino”, subrayó Nacleri. Por esta razón, la investigación se ha centrado en la manera en que las plantas y animales tienen la capacidad de hacer túneles por medio de granulares. Esto impactaría de manera positiva para el mundo de la tecnología y no es para menos.
“El descubrimiento de principios mediante los cuales diversos organismos nadan y excavan con éxito dentro de medios granulares puede conducir al desarrollo de nuevos tipos de mecanismos y robots que puedan aprovechar tales principios. Y, recíprocamente, el desarrollo de un robot con tales capacidades puede inspirar nuevos estudios con animales y señalar nuevos fenómenos en la física de sustratos granulares”., sentenció Daniel Goldman, profesor de física de la familia Dunn en Georgia Tech.