(Digitalis) | Para dar cuenta del trabajo que ha realizado en este ámbito en un año tan complejo como 2020, Google publica por primera vez información acerca de sus restricciones publicitarias.
Lo ha hecho en un comunicado a través de su blog oficial en el que revela que a lo largo del año de pandemia bloquearon o retiraron alrededor de 3.100 millones de anuncios por violar sus normas y restringieron la publicación de 6.400 millones por el mismo motivo. Además, la tecnológica añadió o actualizó más de 40 políticas dirigidas a los anunciantes o editores.
2020 ha supuesto un reto debido a la gran cantidad de eventos, circunstancias o el ambiente general de incertidumbre a nivel mundial y cuya utilización por parte de los anunciantes podía derivar en publicidad malintencionada.
Así ha sido en el caso de los 99 millones de anuncios relacionados con la COVID-19 que Google bloqueó el pasado año. Se trataba de contenido publicitario de todo tipo, vinculado directamente con la enfermedad, desde tratamientos milagrosos, hasta la venta de mascarillas FFP2 en momentos de escasez y, más recientemente, anuncios sobre dosis de vacunas falsas.
La ciberdelincuencia ha aumentado durante la pandemia
Google hace referencia en su comunicado al hecho de que cuando surge un evento importante, como ha sido el caso de la pandemia, los ciberdelincuentes suelen actuar en mayor medida. Esto provoca un aumento de la publicidad oportunista y de comportamientos fraudulentos orientados a engañar a los usuarios, recurriendo cada vez más al cloaking para conseguir sortear las restricciones de Google.
La compañía liderada por Sundar Pichai abordó este tipo de conductas malintencionadas de diferentes formas a lo largo de 2020. En primer lugar, Google lanzó el programa de verificación de identidad de anunciantes y el programa de verificación de operaciones comerciales.
En segundo lugar, la empresa invirtió en tecnologías dirigidas a detectar más eficazmente comportamientos deshonestos coordinados para suspender varias cuentas a la vez. Por último, también mejoraron sus herramientas de detección automatizada y sus procesos de revisión humana.
De esta manera, Google inhabitó en 2020 un total de 1,7 millones de cuentas publicitarias por incumplimiento de las normas de la plataforma, registrándose un aumento del 70% con respecto al año anterior. En esta línea, se bloquearon o retiraron más de 867 millones de anuncios por intentar evadir los sistemas de detección y otros 101 millones por no acatar las políticas de tergiversación.
Después de las elecciones en EEUU se suspendieron cinco millones de anuncios políticos
Al margen de la COVID-19, otro de los momentos sensibles para la publicidad engañosa del pasado 2020 fueron los distintos procesos electorales que tuvieron lugar a lo largo del planeta. En los últimos años, Google ha introducido una serie de políticas y restricciones muy severas respecto a quiénes puede publicar anuncios relacionados con las elecciones, además de crear amplias bibliotecas de publicidad política en diversos países.
En cuanto al momento electoral más sensible del pasado año, Google destaca su actuación durante los comicios estadounidenses que enfrentaron a Donald Trump con Joe Biden, otorgándole la victoria a este último. Una vez que se conoció que la confirmación del resultado no sería algo inmediato. La tecnológica estableció la suspensión de anuncios políticos en el país norteamericano desde el cierre de urnas hasta principios de diciembre.
De esta manera, se suspendieron temporalmente más de cinco millones de anuncios durante este periodo y se bloqueó la publicidad de más de 3.000 millones de búsquedas referentes a las elecciones, los candidatos o los resultados.
Google ha desmonetizado 168 millones de páginas con contenidos de odio y peligrosos
Tal y como señala Google, durante el año 2020 asistimos a un aumento de los discursos de odio y la violencia en Internet, por lo que ha resultado fundamental extremar las precauciones con el contenido que circula en la Red.
Desde 2017, Google utiliza herramientas de análisis que revisan los sitios web a nivel de página para detectar infracciones, destinadas a proteger a los anunciantes de una mala colocación de su publicidad. Esta tecnología permite evitar la monetización de los contenidos digitales dañinos y así ha sido en 168 millones de páginas que contravenían las políticas sobre contenidos peligrosos y despectivos de Google.