La humanidad se enfrentó a un año 2020 lleno de cambios, pruebas, retos y reinvenciones, tanto a nivel personal, familiar, social y político. La pandemia del COVID-19 dio giros totales en el actuar y accionar de las personas, empresas, instituciones y organizaciones, cambiando las interacciones personales y comerciales, empezando con la obligación a permanecer en confinamiento y reestructurar las funciones laborales y educativas en la modalidad virtual de miles de familias.
En la parte académica, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras inició el año 2020 de forma presencial y virtual, como lo ha desarrollado hace muchos años, sin embargo en el mes de marzo, al presentarse el primer caso de coronavirus en el país, se suspendió completamente la modalidad presencial, optando por el modelo virtual en un 100% para los 91,040 estudiantes matriculados en el I Período Académico (I Pac) en la Máxima Casa de Estudios.
En ese sentido la institución optó por potenciar su plataforma virtual continuando con su proceso de virtualización, dando la apertura a asignaturas en línea, aulas virtuales y secciones destacadas para estudiantes con discapacidad, además de utilizar apoyo con plataformas digitales para el desarrollo académico y laboral en la institución.
Conectividad
Una de las principales características de la funcionalidad de la modalidad en línea es el acceso a la conectividad y la apuesta por la mejora en la enseñanza y aprendizaje. Según el estudio social media 2020 del portal Yi Min Shum Xis el acceso a Internet es de un total de 4.10 millones de hondureños, es decir un 42% de la población, estos mismos números representan a los usuarios activos en de las redes sociales, en conclusión, todos los usuarios de Internet son usuarios de redes sociales.
“Las desventajas del sistema de virtualidad son varias, Honduras en general es un país que tiene la más baja cobertura en conectividad, por lo que eso es un factor que incide, ya que muchos estudiantes que residen en zonas donde no hay esa posibilidad de conexión no tienen opciones. También el factor económico es un elemento que gravita muy fuerte, más con todos los fenómenos de la pandemia y las tormentas tropicales, muchos hogares han tenido que redestinar sus recursos a otras prioridades y muchos jóvenes han optado por retirarse, también la conectividad de los estudiantes es limitada, y otro elemento es si los estudiantes disponen de dispositivos móviles o computadoras en donde hay hogares con varios hijos y solo existe un solo aparato”, mencionó Áyax Irías, vicerrector de Orientación y Asuntos Estudiantiles (VOAE).
A pesar de esas limitantes, se compensa con los estudiantes que tienen acceso a la conectividad, lo hacen desde cualquier parte del territorio donde existe la posibilidad. Lo anterior es que “cuando es la presencialidad no ocurre porque esos jóvenes que viven en el interior del país no podrían estar estudiando y esta va a ser una tónica que vamos a seguir manejando, además es factible que aunque no tengan presencia en los centros universitarios pueden seguir avanzando en sus carreras”, agregó Irías.
Clases virtuales
La educación no se podía detener por no realizarse de forma presencial y la UNAH continuó creando más clases y aulas virtuales; y para el desarrollo del II Pac se crearon 10,000 aulas virtuales, 151 nuevas asignaturas virtualizadas y 47 aulas virtuales para clases de posgrados, impartidas por 2,900 docentes. También se habilitaron 121 secciones para alumnos integrados al Programa de Servicios a Estudiantes con Necesidades Especiales (Prosene).
Con una pandemia de COVID-19 latente en el país se continuó la modalidad virtual para el II Período Académico en la UNAH, cerrando su matrícula con 72,896 mil estudiantes, que en parámetros de comparación con el I Pac, se reflejaba un porcentaje significante de deserción estudiantil que se podría justificar por el cambio drástico a la virtualidad.
Continuidad académica
Los datos estadísticos del cierre de matrícula del III Pac de 2020 fueron de 68, 633 mil estudiantes, evidenciando los problemas de conectividad existentes, sumado al impacto que dejaron las dos tormentas tropicales con pérdidas millonarias en la industria, comercio y en miles de familias que perdieron sus hogares.
“Tenemos los datos de los estudiantes que han sido afectados por ETA e Iota y estamos en la tarea de monitorearlos, tratando de incentivarlos para que se reintegren, pero todo depende de las características de los jóvenes y los motivos que tuvieron para abandonar sus estudios”, explicó el vicerrector.
Añadió que “la idea en cuanto a retener los estudiantes que no han podido continuar con sus estudios es que cada facultad y centro regional vaya identificado quiénes son los jóvenes, dónde están ubicados y cuál es el problema que no les ha permitido continuar con sus estudios, y sobre esa base definir una estrategia de acercamiento, conexión con los estudiantes para tratar de facilitarles algunos procesos para que se reinserten a la actividad académica”.
Para este 2020 la UNAH desarrolla de forma completa sus actividades académicas de forma virtual y este miércoles 21 inicia la matrícula a nivel nacional del Primer Período Académico de 2021, en que incluye a más de 7,400 estudiantes de primer ingreso, y hasta el momento se han prematriculado casi 70 mil estudiantes.
“Es un dato que indica que vamos por buen ritmo, ojalá lleguemos a los 80 mil matriculados, porque aún falta la matrícula y proceso de adiciones y cancelaciones”, señaló Irías. /Vía: Presencia Universitaria-