Es el mejor momento de los últimos años para comprar algunos componentes, como los SSD, pero 2021 está siendo el peor año para montar un PC. Bueno, para montar un PC, pero también para comprar una PS5, una Xbox Series X y encontrar chips nuevos en teléfonos móviles y coches de última generación. Y la culpa es… sí, del COVID.

Desde hace unos meses,los consumidores nos estamos enfrentando a una escasez de ‘chips’en diferentes segmentos.

¿Habéis intentado comprar una PS5 y una Xbox Series X, pero parece que el stock se renueva a cuentagotas? ¿Queréis comprar una RTX 30… pero es imposible? ¿Por qué móviles nuevos llegan con chips del año pasado?

La respuesta es única: las factorías de semiconductores no dan abasto y no pueden satisfacer una demanda que no deja de crecer. Si estáis en ese grupo de usuarios que quiere una consola de nueva generación o una RTX 30, ya sabéis que las unidades escasean y que, en cuanto se ponen a la venta, vuelan.

Hay muy pocas y los principales desarrolladores de semiconductores no pueden construir al mismo ritmo de venta debido a diferentes restricciones en la producción (medidas de seguridad contra el COVID, básicamente) y a la creciente demanda.

De hecho, poco a poco la producción en factorías como TSMC se recupera, pero la demanda sigue siendo bestial, algo que ha provocado escasez de dispositivos, pero también retrasos en lanzamientos, como los de dos modelos de iPhone 12 el año pasado.

Y, aunque hablamos de consolas y tarjetas gráficas, es algo que está afectando a todas las industrias que utilicen un chip como cerebro de su dispositivo, llámese móvil, consola o… coche.

Samsung y Sony, dos de las todopoderosas, han declarado recientemente que la escasez de chips afectará a sus mercados, pero como leemos en The Guardian, General Motors, Ford y nissan están tasando sus pérdidas en miles de millones de dólares este año debido a la escasez de chips, lo que impide que sigan fabricando y, por tanto, están manteniendo fábricas a un nivel de producción más bajo del planeado.

Y este problema, como vemos el medio británico, se acrecentará a lo largo de los próximos meses. Y es que, además de las compañías automovilísticas mencionadas, otras como WV o Toyota también están teniendo problemas de stock de chips, pero claro, según el medio, las dos gastan 4.000 millones de dólares cada una en semiconductores y Apple es una compañía que gasta 56.000 millones al año.

Por tanto, cuando haya ‘hueco’ para fabricar chips, primero fabricarán los de las compañías que más compran y, después, los de las demás, que en este caso son las automovilísticas.

Estamos, sin duda, ante un problema de cara a los próximos meses y que, y esto ya es especulación, provocará que móviles que tendrían que estrenar chips más modernos lleguen con procesadores del año pasado.

Hemos tenido el Redmi note 10 Pro con el Snapdragon 732G y la pregunta es… ¿habría llegado con ese chip si algunos más potentes estuvieran disponibles en cantidades industriales? Hoy mismo Poco presentó versiones mejoradas de chips de la serie 800 de 2019 y 2020 y nos preguntamos, exactamente, lo mismo.