(hipertextual) | Internet ha cambiado el mundo por completo en apenas tres décadas. En especial, desde su llegada masiva a los hogares, proporcionando un acceso a la información sin precedentes. Eso sí, la mitad del mundo sigue completamente ausente de esta revolución, algo que se ha encargado de recordar Tim Berners-Lee.
El llamado padre de la web -la primera persona en primera establecer la comunicación entre un cliente y un servidor usando el protocolo HTTP- publicó hace unos días una carta junto con Rosemary Leith desde la Web Foundation repasando los retos y logros de la web.
Berners-Lee suele hacer esto cada año, pero en esta ocasión, además de por el 32 aniversario de la web como tal, el escrito era especial por la importancia de la pandemia por COVID-19, y cómo internet ha contribuido a que en gran medida ha jugado un papel en este nuevo contexto.
32 años después de la creación de la web, la mitad de la población mundial sigue sin acceso a ella
Para Berners-Lee, aunque el internet actual controlado por corporaciones se haya alejado bastante del ideal abierto que había pensado en un momento, y la crispación y las fuertes polémicas por las noticias falsas, el mayor reto que sigue por delante es llevar internet a todo el mundo.
A día de hoy, según datos del Banco Mundial, algo más de la mitad de la población sigue sin acceso a la red. De ellos, Berners-Lee pone el foco en los más jóvenes. Un tercio de la población mundial por debajo de 25 años no tiene acceso a internet, lo que redunda en su capacidad de formación, inquietudes e igualdad de herramientas, en definitiva.
«Demasiados jóvenes siguen excluidos y no pueden utilizar la red para compartir sus talentos e ideas», escribió Berners-Lee, quien se dedicó a destacar algunos proyectos realizados por jóvenes que marcan en parte su ideal de internet.
El padre de la web cree que los líderes mundiales deben hacer de la conectividad a internet una prioridad absoluta en la era post-COVID, argumentando que cada joven que no puede conectarse representa una «oportunidad perdida para nuevas ideas e innovaciones que pueden servir a la humanidad.»
Internet: ¿Derecho básico?
Según las estimaciones de la Web Foundation, llevar internet para 2030 a los lugares que faltan requerirían una inversión de 428 mil millones de dólares. Para poner esto en perspectiva, eso equivale a solo 116 dólares por persona para las 3,7 mil millones de personas que permanecen desconectadas actualmente.
África, como es de esperar, sigue siendo también la última frontera en la presencia de internet. El siguiente mapa vía Our World in Data marca la penetración de internet en el continente.
El acceso a Internet debería ser reconocido como un derecho básico de la misma manera que lo fue la electricidad en el siglo pasado, según Berners-Lee y Leith, quienes afirman que conectar a todos los jóvenes a internet sería relativamente barato en comparación con el coste de muchas iniciativas gubernamentales lanzadas en el último año.
Internet ha sido una utilidad vital para los jóvenes que no han podido asistir a la escuela en los últimos 12 meses debido a COVID-19 aunque sea de forma no presnecial. Sin embargo, muchos jóvenes se han perdido el aprendizaje virtual por falta de conectividad o de dispositivos en casa.
Según Berners-Lee y Leith, también es necesario trabajar para proteger a los jóvenes cuando se conectan a Internet.
«Cuando los jóvenes se conectan, con demasiada frecuencia se enfrentan a abusos, desinformación y otros contenidos peligrosos, que amenazan su participación y pueden obligarles a abandonar las plataformas», escribieron.