Hace pocos días, en una web dedicada a contrastar información de la mano de profesionales, un usuario preguntaba por el ritmo circadiano, a lo que John Axelsson, un experto en Investigación del Sueño del Instituto Karolinska (Suecia), respondía con contundencia.

“En general, la tecnología de emisión de luz (como bombillas, pantallas de televisión, pantallas de computadora, dispositivos móviles, etc.) puede afectar fuertemente nuestros ritmos, al menos cuando la exposición está fuera del horario normal del día”, ha asegurado Axelsson.

Esto se puede traducir en que el ritmo circadiano de un ser vivo, que dura 24 horas, al igual que los días terrestres, se ve afectado por el uso de las pantallas, sobre todo si estas son utilizadas en horarios en los que ya no existe luz natural.

Este proceso tiene lugar en el hipotálamo del cerebro, donde se libera la hormona responsable del sueño, la melatonina. Justo antes de dormir, los niveles de esta presentes en el cuerpo se incrementan, disminuyendo justo antes de despertar, con los primeros rayos de sol.

Pero, con la llegada de las pantallas al conjunto de la sociedad, estos ritmos se han visto alterados, pudiendo llegar incluso a provocar alteraciones psicológicas en quienes no consiguen conciliar el sueño.

La melatonina disminuye al estar frente a la luz brillante de las pantallas

A pesar de que la tecnología ha supuesto un avance significativo en la calidad de vida de las personas, por ejemplo, teniendo a una sola llamada una ambulancia o la cena, también existen implicaciones negativas, como la afectación sobre el propio sueño, necesario para el día a día.

De esta forma, algunos estudios ya han asegurado que la luz brillante de las pantallas afecta negativamente a la secreción de melatonina en seres humanos, pudiendo llegar a provocar insomnio, debido a la alteración del ritmo circadiano.

En 2014, un estudio publicado en la revista PNAS aseguraba que, ni siquiera la luz de los libros electrónicos favorecía un mayor reposo o conciliar el sueño con mayor facilidad, afectando consecuentemente al reloj biológico.

Así, en dicho estudio se analizaron los niveles de melatonina entre los sujetos que utilizaban libros digitales y los que hacían uso del papel, con una clara conclusión: los lectores digitales habían disminuido sus niveles de melatonina, con una diferencia de 10 minutos para lograr conciliar el sueño. Con las consecuencias negativas que esto implica en la persona.

El ritmo circadiano y los trastornos psicológicos

En un mundo globalizado, inmediato e hiperconectado, el sueño se ha convertido en el privilegio de unos pocos y en el sueño, valga la redundancia de aquellas personas que padecen insomnio.

Más allá de que las pantallas reduzcan los niveles de melatonina en el hipotálamo, otro estudio reciente de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) aseguraba que los cambios en los patrones del sueño estaban asociados a cambios en el humor, irritabilidad y una mayor probabilidad de desarrollar depresión.

Así, llevar una vida sana, una alimentación estable, contar con un sueño de entre 6 y 8 horas diarias, aparte de desterrar las pantallas antes de dormir, no solo repercutirá en tu descanso, sino que favorecerá que tu estado de ánimo no sufra muchos altibajos.

Este artículo fue publicado en Business Insider España por Abraham Andreu.