(Rock and Pop) | La pandemia ha forzado un proceso de adaptación en todos los ámbitos. En el caso particular de la cultura, se han abierto nuevos espacios enfocados en una visibilización más compatible con los tiempos actuales: la lectura digital se hace cada vez más presente.
¿Libros digitales o físicos?
La crisis sanitaria sumada a los últimos avances tecnológicos han propiciando que la lectura en formato digital se asiente, robándole así, terreno al papel. El buen recibimiento que tienen plataformas de lectura como el Kindle, EBook, Amazon y Google Play han obligado a las editoriales a renovar su funcionamiento. Actualmente estas deben orientarse a un formato que se consolida cada vez más.
Desde la irrupción del formato de lectura digital a fines del siglo pasado, la industria de los libros físicos se ha visto completamente afectada. Si bien, en décadas anteriores habían gozado de una convivencia sana entre ellas, el formato digital ha logrado un incremento evidente durante el último tiempo.
Dentro de esta línea, Arelis Uribe, escritora y fundadora de Editorial Negra, propone que“la lectura en papel no va a desaparecer, pero entra a competir el libro en digital. No es la destrucción de la literatura ni del libro, solamente es la destrucción del papel”.
La lectura digital también es una opción válida
Ante la crisis que afronta el formato físico, su contraparte digital se ha mostrado más permeable a las necesidades que exige el contexto. Esta es considerada como una alternativa más barata, accesible, inagotable y personalizada tanto para los consumidores como para las editoriales.
Los libros en digital funcionan de una manera muy sencilla. Luego de su creación en formato EPUB (una extensión de archivo visualizable como libro electrónico) se pueden replicar infinitamente en las distintas plataformas. Desde ese momento, el libro puede tener una distribución digital global a través de empresas especializadas. Ediciones Overol ve este método como una ventaja: “Pasar los libros a ebooks es bastante económico y rápido, no implica hacer mayores cambios al formato y, por lo mismo, no es una variable problemática: al contrario, sobre todo si amplifica público lector.”
Ebooks Patagonia, empresa proveedora de soluciones digitales para la industria editorial, comenta que son muchas las editoriales, instituciones y autores que se están sumando a tener sus libros en EPUB. Sobre todo ahora en pandemia, ya que “aceleró lo digital en todas las industrias y los libros son parte de esto, se ha tenido un aumento exponencial en las personas que están comprando libros digitales en plataformas como Amazon, Google Play, iBookstore y Libros Patagonia”.
Un cambio sin retorno para la lectura
La irrupción y establecimiento de lo digital, producto de la pandemia, ha significado un cambio para las editoriales, como plantea Alquimia Ediciones:
“Ha significado una reconversión, tuvimos que modificar la cantidad de títulos que publicamos, luego de eso, profundizar mucho más la venta de los libros digitales”.
Por su parte, Catalina Infante, escritora y editora de Catalonia, afirma:
“Estamos frente a un cambio muy interesante, que ya se viene dando hace tiempo, paulatinamente, pero que con la pandemia acrecentó. Creo que puede ser muy beneficioso para los lectores, sobre todo, que el libro digital se masifique, porque es más barato y democrático. Lo puedes hasta leer desde un celular y desde cualquier lugar. Las editoriales creo que no estaban preparadas pero la pandemia hizo quizás que ya empecemos a desarrollar más proyectos digitales”.
¿Qué opciones han tomado las editoriales?
Son muchas las editoriales que han tenido que optar por distintas medidas para esta reinvención. Algunas de ellas han sido: integrar títulos digitales a su catálogo, crear plataformas online y distribuir su contenido mediante estas mismas. Sin embargo, muchas de ellas aún son reacias a aceptar la novedad de cambio que aportan estas a sus maneras de operar.
Uno de estos casos es el de Guido Arroyo, escritor y director de Alquimia Ediciones, quien asegura que para él, como lector, es mucho más incómodo leer de manera digital: no se tienen “elementos fugitivos del libro” tales como las texturas, diseños, estética y la materialidad.
A pesar de su disgusto, la editorial se ha visto en la obligación de reinventarse, terminando por incluir su catálogo en Amazon y Apple Store. Si bien, con esto se demuestra que el proceso de digitalización es irreversible para todos, el trabajo editorial que han llevado considera ambos formatos. Afirman que su objetivo también está en “seguir apostando al ecosistema de la librería, lugar donde más ha habido despidos y grandes pérdidas de fuentes laborales”.
La decisión es personal
La lectura digital ha potenciado el desarrollo de distintas herramientas por parte de las editoriales, acostumbradas a formatos físicos, para poder entregar nuevos formatos disponibles. Estas formas de operar han significado una renovación para la industria y para los lectores, quienes deciden si optar por ellos o no. Se han abierto las opciones que tenemos para leer y se ha demostrado una transición progresiva hacia la digitalización. Ahora, las preferencias variarán según los gustos, ya que ambas son soportes válidos —y efectivos— para consumir literatura. La elección queda a criterio de cada persona.
Sin embargo, leer siempre será una buena opción para tomar en consideración. Son muchos los beneficios que se pueden obtener al momento de realizar esta práctica de manera constante, ya que garantiza habilidades comunicativas, aumenta el vocabulario que manejamos, permite la entretención y recreación, sirve para entender otras realidades, profundiza nuestro nivel intelectual y muchas otras cosas más.