La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de una digitalización real integrada en todos los ámbitos de la vida del ciudadano de una manera eficiente. En este sentido, uno de los sectores que más obstáculos ha encontrado ha sido el de la educación. Las clases online no dieron el resultado esperado en la mayoría de los casos debido a, por una parte, un acceso desigual a la tecnología entre el alumnado y, por otra, a una falta de coordinación entre los centros educativos y los hogares a causa del carácter imprevisto de adaptar el curso al formato digital.
El 11 de marzo de 2020 los colegios e institutos de toda España cerraron sus puertas. Antes ya lo había hecho Italia y más tarde lo haría el resto del planeta. En este momento y conscientes del reto que el confinamiento suponía para la enseñanza en todo el mundo, el conocido como «Netflix de la educación» puso su plataforma a disposición de manera gratuita. Estamos hablando de Odilo, una startup española que ofrece una solución tecnológica a centros educativos y empresas para el acceso y la gestión de contenidos orientados al aspecto formativo.
De digitalizar el archivo de la biblioteca de Cartagena a trabajar con gobiernos
Odilo nació como PYME en 2011 con el objetivo de digitalizar los archivos de la biblioteca de Cartagena para que todo el mundo pudiera acceder a ellos desde cualquier dispositivo. El proyecto se fue desarrollando de tal manera que comenzaron a trabajar también con universidades, escuelas de negocio, colegios públicos y privados, gobiernos, organizaciones culturales y empresas. Por ejemplo, Odilo colabora con los Ministerios de Educación de 8 países y con grandes empresas como Nestlé, Ikea o Vodafone.
Actualmente, Odilo está presente en más de 50 países y suma 149 millones de usuarios de un total de 7.940 organizaciones. Su catálogo cuenta con 3 millones de títulos en más de 40 idiomas procedentes de 5.900 proveedores de contenido, entre los que se encuentran Anagrama, Edebé, McGraw Hill, National Geographic, Hearst Magazines, Anaya, RBA, Planeta o Pearson.
En España, Odilo colabora con diez comunidades autónomas y con la red de bibliotecas públicas del Estado, así como con la biblioteca del Congreso de los Diputados o las de varias universidades. Hace tan solo unas semanas la Universidad Rey Juan Carlos se convertía en nuevo cliente de la startup murciana, para migrar el actual sistema de gestión del archivo físico de la URJC y complementarlo con funcionalidades propias de la administración electrónica.
Big Data e Inteligencia Artificial para un aprendizaje personalizado
«El equipo de Odilo crea soluciones personalizadas basadas en datos para ofrecer la mejor experiencia, posibilidades de aprendizaje ilimitadas e interacción para sus alumnos», explican en su web. Esto quiere decir que se sirven de las últimas herramientas tecnológicas, como El Big Data o la Inteligencia Artificial para conocer los hábitos y los gustos del usuario y de esta manera poder adaptar sus contenidos y la presentación de los mismos de la forma más eficaz.
En Odilo aspiran a democratizar el acceso a una educación de alta calidad, para avanzar hacia la mejora de los niveles de alfabetización y las habilidades de pensamiento crítico. Todo ello con el objetivo de empoderar al usuario con aprendizaje permanente, integrándolo como un hábito diario que fomente que la sociedad avance globalmente. / Vía: diariodigitalis.com-