En los últimos años se ha hablado mucho de la necesidad de desbloquear los bootloader de algunos smartphone. Android y Huawei son los principales protagonistas de este debate. Hoy vamos a explicaros para qué sirve el bootloader y por qué algunos usuarios prefieren que esté abierto, mientras loa fabricantes abogan por mantenerlo bloqueado.

El bootloader o gestor de arranque es un programa esencial para todos los dispositivos. Sin él ordenadores, tablets y móviles no se iniciarían con seguridad. Además, supone un mecanismo de protección tanto para el propietario como para el fabricante.

Su principal función es la de comprobar y confirmar que en el interior de la máquina no se detecten errores de hardware y, por lo tanto, se pueda ejecutar el sistema operativo sin problema.  O dicho de forma más sencilla, cuando apretamos el botón de inicio, el bootloader se pone a trabajar para asegurarse que todos los componentes estén en perfecto estado y listos para encender el dispositivo. Inmediatamente después, este gestor ejerce de guía para el sistema operativo, indicando los pasos que debe seguir para finalizar el proceso de inicio.

¿Dónde se encuentra?

Sabiendo esto, es fácil adivinar dónde se sitúa el bootloader. Puede tener diferente ubicación dependiendo de la máquina, en el caso de los ordenadores y portátiles el gestor de arranque se aloja en la placa base o en una memoria junto a la BIOS. Desde ahí puede controlar todos los componentes del dispositivos como la temperatura y velocidad del procesador, las diferentes opciones de arranque del sistema operativo, si incluye un disco interno o una unidad de almacenamiento USB…etc.

Sin embargo, el gestor de arranque de un móvil puede encontrarse en la memoria dentro del kernel del sistema operativo si está bloqueado. Por el contrario, si se trata de un bootloader desbloqueado, este se aloja en la partición de recovery.

¿Bloqueado o desbloqueado?

Este es el principal debate en el que se ha visto inmerso el gestor de arranque en los últimos años. Los diferentes fabricantes, de móviles fundamentalmente, deciden si dejar desbloqueado o no el bootloader. Según qué decisión tomen, están optando entre reforzar la seguridad del dispositivo y su sistema operativo o dar más libertad a los usuarios. Al fin y al cabo si el gestor de arranque de tu móvil está bloqueado nadie puede manipularlo.

Con esta medida de seguridad la mayoría de marcas buscan proteger la garantía del producto y asegurarse que sólo se arranca el sistema operativo que ellos han instalado y aprobado. Como consecuencia directa, los usuarios no tienen la posibilidad de modificar el software, ni instalar programas o aplicaciones que no hayan sido aprobadas por el fabricante y no sean compatibles con ese sistema operativo.

Aunque este dilema se presenta en la mayoría de dispositivos, la polémica siempre ha estado muy ligada a los móviles Android y más recientemente a Huawei.

Android, en concreto, siempre defiende la libertad que aporta a los usuarios y desarrolladores. El sistema operativo de Google está rodeado de todo un ecosistema de versiones alternativas y aplicaciones de terceros que no han sido desarrolladas por Google ni ningún otro fabricante, pero que no se pueden instalar si el bootloader no está desbloqueado.

De esta forma es posible instalar versiones actualizadas de Android en aquellos móviles antiguos que el fabricante ya ha dejado de dar soporte y de enviar actualizaciones del sistema operativo para ese modelo. Esto quiere decir que si tu móvil se ha quedado en Android 8, podrías usar una ROM para instalar Android 11.

Otro caso muy comentado estos últimos años es el de los móviles Huawei. Desde que el gobierno de Estados Unidos prohibió a las empresas estadounidenses comerciar con este fabricante chino, sus móviles más modernos ya no son compatibles con las aplicaciones de Google, pero con el gestor de arranque desbloqueado es posible instalar esas aplicaciones como Google Play, Google Maps, Google Fotos o YouTube.

Estas opciones están muy bien, pero no hay que olvidar que este bloqueo sirve también para proteger al usuario aunque en cierta medida se pueda sentir como una restricción por parte del fabricante. Nos protege ante la posibilidad de que terceras personas quieran instalar códigos peligrosos a un nivel muy profundo del sistema operativo y muy difícil de recuperar.

Hacer root o desbloquear el bootloader de un dispositivo es un proceso complejo y peliagudo que en muchos casos significa borrar todo lo que tengamos guardado: aplicaciones, fotos, mensajes. El móvil u ordenador se restaura al modo fábrica como el día que lo trajiste de la tienda, por lo que es importante hacer una copia de seguridad previa.

Hay que tener en cuenta que el proceso cambia de una marca a otra por lo que estaría bien consultar al fabricante. En internet hay muchos tutoriales para desbloquear un móvil de Motorola o Xiaomi. En la mayoría de los casos se requieren algunos conocimientos de informática un tanto avanzados para no estropear el dispositivo. Y sobre todo, debemos tener mucho cuidado con qué programas o versiones queremos instalar, que no contengan ningún malware.