(Infobae Tecnología) | Netflix, Amazon Prime, Disney: cada vez son más los usuarios que contratan este tipo de servicios de contenidos a la carta. ¿Es que estos están destinados a desplazar por completo a la televisión convencional en directo?
Según Christian Bernat, experto de la revista especializada alemana “Satvision”, esto no sucederá: “La televisión lineal sigue teniendo su justificación y continúa siendo muy utilizada, ya que muchos espectadores quieren estar informados y al día, sobre todo en tiempos de pandemia”.
Bernat explica que la estructura fija de los programas televisivos parece ser para muchos espectadores un punto de orientación importante, lo que demuestran los altos índices de audiencia en contenidos que se emiten siempre a la misma hora, el mismo día de la semana.
La televisión en directo, puntualiza, también es indispensable en el caso de grandes eventos, como los deportivos.
El acceso a la televisión lineal se ha diversificado. Además del cable, el satélite y la antena, las señales de televisión también pueden recibirse por Internet.
“La señal llega al hogar a través de una conexión de banda ancha o de la red móvil”, explica Markus Weidner, del portal alemán de telecomunicaciones “Teltarif.de”.
La gran ventaja: “Las imágenes televisivas se pueden recibir en casi cualquier lugar donde haya una conexión a Internet, ya sea a través de un móvil, una tableta, un ordenador o, por supuesto, con un televisor inteligente”, explica Weidner.
Además de las aplicaciones correspondientes, a menudo se necesitan también receptores especiales que se conectan al televisor. “Casi todos los proveedores tienen versiones gratuitas de sus servicios que permiten el acceso a canales públicos y a algunos privados sin cargo”, añade el experto.
Estos contenidos, sin embargo, se tendrán que ver con comerciales; la resolución tampoco es óptima: “En las versiones gratuitas, los canales solo están disponibles en versión SD. En los televisores de gran tamaño se deberá contar con pérdidas de calidad”, advierte Bernat.
Los retrasos de señal de la televisión en directo a través de Internet pueden ser problemáticos.
“La imagen puede tener hasta un minuto de retraso en comparación con otras vías de recepción, lo que es más que crítico, especialmente en el caso de las retransmisiones deportivas. Mientras el vecino ya está celebrando el gol, uno recién acaba de ver el silbato de tiro libre”, explica Bernat.
La variedad de requisitos y ofertas de los servicios de televisión por Internet (IPTV) dificulta la comparación entre los productos ofrecidos: Zattoo y Waipu, por ejemplo, incluyen más de 100 canales en su cartera. A menudo, los servicios solo pueden adquirirse si se tiene ya un contrato de Internet con el proveedor correspondiente.
También hay diferencias en las funciones de confort, como la transmisión en diferido si se ha perdido el principio de un programa, la opción de “streaming” simultáneo o la posibilidad de grabar los contenidos.
“Con los proveedores de televisión clásicos, los contenidos pueden almacenarse localmente; esto no es posible con los operadores de televisión por Internet, donde todo queda en la nube y desaparece, por ejemplo, cuando se cancela la suscripción”, explica Bernat.
A la hora de encontrar la variante más económica para ver programas de televisión en directo, tanto públicos como privados, los proveedores de televisión vía “streaming” tienen dos grandes competidores.
“Sin costes adicionales, esto solo es posible a través de una antena parabólica, pero también solo en resolución estándar”, explica Weidner.
Quien se decida por esta primera variante satelital, solo tiene que invertir una vez en una antena parabólica y en un receptor (DVB-S), en el caso de que este no venga ya incorporado en el televisor.
La segunda variante sin coste alguno es acceder a las transmisiones en directo o a las mediatecas de cada emisora, ya sea en la red o a través de aplicaciones.
“Esto es totalmente gratuito, pero también muy incómodo”, acota Weidner. “Se tienen que crear marcadores para cada canal y no se puede pasar de un canal a otro con el mando a distancia”.
En cuanto a la velocidad de transmisión y al consumo de datos, Arne Düsterhöft, del portal alemán de consumidores “Finanztip.de”, señala: “Un ancho de banda de 16 megabits por segundo (MBit/s) ya es suficiente para transmitir una película en calidad HD”.
El experto advierte que hay tener en cuenta que el ancho de banda disponible se reduce cuando en un hogar hay varias personas navegando o haciendo “streaming” al mismo tiempo.
Quien transmite contenidos de televisión por Internet con un dispositivo móvil sin estar conectado a una WLAN, lo hace automáticamente a través de la red móvil.
“Por supuesto, la televisión por Internet también consume volumen de datos, por lo que habrá que estar atento”, aconseja Düsterhöft. Muy pocos usuarios tienen una tarifa plana con un volumen de datos de alta velocidad ilimitado.
Dependiendo de la resolución, la transmisión en directo de un partido de fútbol en un dispositivo móvil puede consumir unos dos gigabytes (GB) de datos.