(Digitales) / La polémica de los nuevos términos y políticas de privacidad de WhatsApp, que entraron en vigor el pasado sábado, 15 de mayo, ha beneficiado a sus principales competidores: Telegram y Signal han experimentado importantes aumentos en el número de descargas en los primeros meses del año. WhatsApp continúa siendo, con una ligera ventaja, la app de mensajería más descargada, pero sus rivales están aumentando su penetración y calando entre muchos usuarios.
Según informa Sensor Tower, firma especializada en la recopilación de datos sobre aplicaciones de Android e iOS, los primeros cuatro meses de 2021 han visto un incremento considerable en las descargas de Telegram y Signal en todo el mundo, si bien el pico del mismo se concentró en enero (cuando saltó la polémica de las nuevas políticas de WhatsApp, que fueron cuestionadas por analistas y usuarios), y fue mucho más suave en los meses posteriores.
En este primer tercio de 2021, el número de instalaciones de Telegram ha aumentado un 98% con respecto al mismo periodo del año pasado, alcanzando los 161 millones de abril a mayo. En el caso de Signal, las descargas han sido de 64,4 millones, un 1.192% más que entre enero y abril de 2020. No obstante, el líder en descargas totales sigue siendo WhatsApp, con 172,3 millones, aunque esta cifra supone un descenso del 43% con respecto al mismo periodo del año pasado.
Un espectacular comienzo de 2021 para Signal y Telegram
Enero fue el mes clave para Telegram y Signal. Solo en ese mes, Telegram llegó a los 63,5 millones de descargas (un 283% más que en enero de 2020). Desde entonces, los números se han ido estabilizando: en abril la aplicación fue descargadas 26,2 millones de veces, lo que incluso supone un leve descenso respeto a abril del 2020, cuando se descargó 27 millones de veces.
Por su parte, Signal sigue con una tendencia de crecimiento asombrosa, aunque sea la tercera en descargas totales. En enero de 2021 sus descargas crecieron un 5.001% con respecto al mismo mes del año anterior, hasta alcanzar los 50,6 millones (en enero de 2020 fueron 192.000). En febrero de 2021 se descendió a 7 millones (un 86% menos que el mes anterior), pero, aun así, sigue creciendo considerablemente respecto al año pasado: 2,8 millones de descargas en abril de 2021 por 1,3 en abril de 2020.
El año en que WhatsApp empezó a perder su hegemonía
Fue con el comienzo de la pandemia de la COVID-19 cuando WhatsApp dio señales de haber tocado techo. En abril de 2020 la aplicación consiguió 55,2 millones de instalaciones en todo el mundo, un 28% menos que en marzo de 2020, cuando la cifra ascendió a 76,5 millones. La llegada de los confinamientos y el aumento del uso de aplicaciones de mensajería y videoconferencias en los dispositivos de sobremesa pudo influir en el cambio de tendencia.
Pero sin duda la gran sombra sobre el prestigio de WhatsApp en los últimos meses ha tenido que ver con los nuevos Términos y condiciones de uso, que entraron en vigor el pasado sábado, 15 de mayo. Los usuarios que hayan decidido no aceptarlos aún pueden disfrutar la funcionalidad de la app completa por un periodo indeterminado, durante el cual seguirán recibiendo avisos para que acepten la nueva política.
En caso contrario, al cabo de unas semanas el aviso pasará a aparecer de forma permanente y no se podrán utilizar la mayoría de sus funciones (será imposible entrar en chats y solo podremos ver los mensajes a través de las notificaciones, y responder desde ellas en Android). Aún será posible, eso sí contestar llamadas y videollamadas. A las pocas semanas, la aplicación se bloqueará totalmente, aunque la cuenta del usuario no será eliminada.
Facebook quiere conocerte a la perfección
Los nuevos términos de uso implican dar permiso a WhatApp para comparta muchos de nuestros datos con Facebook. Algo de lo que, de momento, los usuarios europeos estamos a salvo: el reglamento General de Protección de datos de la Unión Europea lo impide, con lo cual no perdemos nada por aceptar los nuevos términos… por ahora. Si Facebook llegara a nuevos acuerdos sobre política de datos con los países de la UE, como ahora mismo está intentando, decir “sí” significaría estar dándole permiso para usar nuestros datos el día de mañana.
Y, ¿qué datos compartiría WhatsApp con Facebook? No las conversaciones, que están encriptadas y a las que la propia compañía no tiene acceso, pero sí información asociada a la cuenta de usuario y el uso que haga de la app: el número de teléfono, transacciones en la aplicación, dirección IP, característica de nuestro dispositivo… Además, en los términos de uso WhatsApp hace referencia a «otros datos», sin detallar cuáles, lo que cual deja la puerta abierta a que también comparta otros detalles como, por ejemplo, nuestra ubicación física.
Lo que intenta Facebook recopilando cuantos más datos pueda de los usuarios de sus aplicaciones (Instagram, WhatsApp, la propia red social Facebook) es trazar un perfil lo más preciso posible del usuario para venderlo a las compañías que programan publicidad segmentada. Algo que cada vez tiene más difícil con las nuevas políticas de privacidad que Apple o Google, y que supone el corazón de su lucrativo negocio.